Medio siglo juzgando con honestidad

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Medio siglo juzgando con honestidad

Domingo, 21 de Junio de 2015


• Rodolfo Arana Santiesteban un juez con principios y ética; un ejemplo de vida en el Poder Judicial

Nacido el 20 de mayo de 1942 en la Ciudad de Puebla, Arana Santiesteban, ingresó al Poder Judicial aun siendo alumno de primer año en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP).

En sus inicios asistía a un diligenciario en un juzgado menor, ya desaparecido, ahora se conoce como mixto. Posteriormente ascendió a Secretario del Juzgado Menor con sede en Puebla.

“Siempre me ha gustado la impartición de justicia, desde que ingresé a trabajar, sabía que a eso me quería dedicar toda la vida. Me siento complacido al resolver un problema”, comentó con un brillo peculiar en los ojos.

Relató. “A los 21 años, me ganó el amor y decidí casarme con Lupita, mi novia de 1 año, a quien conocí en el juzgado, ella era una taquimecanógrafa muy buena. Empezó a crecer la familia, fue momento de postergar mi titulación y me dediqué a cambiar algunos pañales”.

Debido a que obtener el grado de Licenciado, en aquel entonces requería una preparación contundente, ya que el jurado era muy estricto, finalmente presentó su examen que duró prácticamente todo el día.

Reconoció que es difícil ser juez, por lo que recomendó a las próximas generaciones “tener templanza, imparcialidad, pero sobre todo honestidad, este valor es primordial; hay que recurrir a los libros y ahora con el internet, resultó para mí una gran herramienta para eficientar el trabajo”, puntualizó.

Con voz quebrada y lágrimas en los ojos, cuenta orgulloso “tengo 5 hijos profesionistas, una es contadora, otro odontólogo, un ingeniero, un periodista y un abogado. Ellos dicen que soy su héroe”.
Y con un semblante relajado y sonriente añadió “tengo 8 nietos, la más grande tiene 22, es preciosa, los amamos, uno vive con nosotros y es muy travieso, ha roto las ventanas de la casa con el balón en un par de ocasiones”.

Recordó los fines de semana cuando convivía con sus hijos y los llevaba al Fuerte de Loreto, donde jugaban futbol, deporte que quiso inculcarles debido a su gran afición al Necaxa. También hacían días de campo. “Siempre traté de darme tiempo para verlos crecer, orientarlos y llevarlos por buen camino (…) Ahora son grandes seres humanos”.

Arana Santiesteban, está a punto de cumplir 51 años laborando en el Poder Judicial y aún no sabe cómo celebrara. Fue catedrático en la BUAP, y fue maestro de muchos magistrados, jueces y trabajadores de este sistema.

El camino no ha sido fácil, el estrés le ocasionó 3 parálisis faciales y diabetes. Sonriente, bromeó “tengo 71 años y ya me falla un poco la memoria”, sin embargo eso no ha detenido su vocación de administrar la justicia ahora en el Juzgado Mixto con cabecera en el Distrito de Tecali de Herrera, en donde lleva 6 años.



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